Añádele a eso, que uno de los edificios más bonitos y emblemáticos de Zaragoza, fue ideado y financiado por tu tatarabuelo y fundador de la empresa, Joaquín Orús Abadía, a principios del siglo XX.
¿Imaginas algo más envidiable que, tu madre con ocho años te diga que, cuando iba a visitar a sus abuelos con tu edad, le dejaban repasar con los dedos el sobrante de chocolate de los recipientes, puesto que tenían una fábrica de chocolates?